lunes, 29 de diciembre de 2008

Noche...




Mi madre, la noche, que me acompaña con su manto de gran obscuridad,
Me lleva por caminos que no conozco, me protege en esos momentos de soledad,

Ilumina mi pensar con tu pálida luz, luna que habitas conmigo esta noche agraciada, abrázame con tus lánguidos rayos de blanca luz, para calentar este frío corazón.

Ideas que se entrelazan para formar una historia, historias peregrinas que se hacen y escriben poco a poco en los anales personales de cada habitante de este mundo tormentoso y loco…

Mundo que no deja de sorprendernos con su inagotable caminar, a través del túnel del tiempo, que no perdona y que cobra hasta el ultimo segundo perdido…

No hay comentarios: